La union con Jesucristo
…Probablemente no exista ningún cristiano a quien Dios no conceda, al menos una vez en la vida, la gracia de experimentar la felicidad que proporciona una verdadera comunidad cristiana. Sin embargo, tal experiencia constituye un acontecimiento excepcional añadido gratuitamente al pan diario de la vida cristiana en común. No tenemos derecho a exigir tales experiencias, ni convivimos con otros cristianos gracias a ellas. Más que la experiencia de la fraternidad cristiana, lo que mantiene unidos es la fe firme y segura que tenemos en esa fraternidad. El hecho de que Dios haya actuado y siga quenendo obrar en todos nosotros es to que aceptamos por la fe como su mayor regalo; to que nos llena de alegría y gozo; to que nos permite poder renunciar a todas las experiencias a las que él quiere que renunciemos.
– ¡Qué dulce y agradable es para los hermanos vivir juntos y en armonía!-. Así celebra la sagrada Escritura la gracia de poder vivir unidos bajo la autoridad de la palabra. Interpretando más exactamente la expresión « en armoma», podemos decir ahora: es dulce para los hermanos vivir juntos por Cristo, porque únicamente Jesucristo es el vínculo que nos une. «Él es nuestra paz». Sólo por él tenemos acceso los unos a los otros y nos regocijamos unidos en el gozo de la comunidad reencontrada.
Dietrich BONHOEFFER
Vida en comunidad,
Salamanca, Sígueme 1982, 9.27.